Los datos del segundo debate presidencial, realizado el domingo pasado, y su post debate son muy interesantes y dejan ver que millones de personas aún no han definido por quién van a votar.

Para empezar, hay que señalar que en televisión la transmisión del segundo debate tuvo una audiencia nacional de 10.5 millones de personas, entre 15 canales que lo llevaron, superando en 30% a la del primer debate, que tuvo una audiencia de 8.1 millones.

De igual forma, la transmisión en vivo del segundo debate que hizo el INE desde su cuenta de X (antes Twitter) tuvo un incremento de 55% de audiencia, del principio al final, para terminar con 82,000 personas conectadas.

Todas las plataformas, desde televisión abierta y restringida, hasta las digitales, tuvieron importantes y sostenidos incrementos de audiencia. Esto sólo sucede cuando la ciudadanía quiere hacerse de información para poder decidir pues, además, no es que el formato y la producción del INE hayan sido particularmente atractivos. De hecho, fue bastante regular.

Así, hay un gran número de personas -particularmente de las clases medias- queriendo más información, lo cual se confirma también con las búsquedas realizadas en Google durante el debate, en las cuales los usuarios buscaron casi por igual a los tres candidatos, aunque un poco más al candidato de Movimiento Ciudadano, para tener más información sobre él.

Otro dato muy interesante es que la actividad digital entre el primer y el segundo debate bajó en 29%. ¿Qué significa que suba la audiencia de un debate en TV, pero baje la conversación digital en torno al mismo? Que la gente que se sumó a ver el debate quiere permanecer anónima y prefiere no expresar sus preferencias en redes sociales. Quizá por miedo a algún tipo de represalia, como perder programas sociales, estarían optando por no expresar su intención de voto de manera abierta.

Otro dato relevante es que las mesas de análisis del post debate, transmitidas por las distintas cadenas de televisión, sumaron a cientos de miles, de hecho, a millones de personas, que el domingo aun después de las 10 de la noche quería seguir allegándose de información.

La mesa de análisis que más audiencia generó fue la de N+ (Televisa) que, entre televisión y redes sociales, fue vista por 4.3 millones de personas a nivel nacional. La segunda mesa más vista fue la de Milenio con 938 mil reproducciones y la tercera Imagen, con 881 mil entre televisión y digital. Y lo mismo aconteció con las mesas que la radio organizó a la mañana siguiente del debate.

Así, hay millones de personas que siguen valorando por quién votar a tan solo un mes de las elecciones, pues en su mayoría sólo verían estas mesas personas que no tienen su voto definido.

Habrá que ver cómo se comportan las audiencias en el tercer y último debate, el próximo 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, pero me parece que la contienda electoral aún no está definida, particularmente a nivel gubernaturas. Los debates presidenciales están ayudando a formar criterio para las nueve elecciones estatales y por eso, las y el candidato presidencial hicieron varias veces referencia a entidades donde habrá elecciones para gobernador, al atacar o defender a sus respectivos candidatos.

Opciones audiovisuales alternativas al debate había de sobra a las 8 pm del pasado domingo: Canal 5 con la transmisión de la película Megamente, Canal 7 con Peter Rabbit 2, Canal 9 con el Rey de Oros y Azteca Uno con Masterchef, además de cientos de canales en la TV de paga y, aun así, el programa más visto de ese día fue el segundo debate presidencial.

Será muy interesante ver lo que sucede en las próximas cuatro semanas.